
La obesidad amenaza con convertirse en la mayor crisis de salud en 2050
Nuevas proyecciones alertan que el 60% de los adultos y un tercio de los jóvenes tendrán sobrepeso u obesidad en menos de tres décadas, con impactos severos en la salud pública, los sistemas sanitarios y la esperanza de vida, especialmente en América Latina.
Estudios publicados en The Lancet advierten que el mundo enfrenta una de sus mayores amenazas sanitarias: la obesidad. Con cifras que apuntan a 3.800 millones de adultos y 746 millones de jóvenes con exceso de peso para 2050, expertos alertan sobre la urgencia de políticas públicas transversales, desde sistemas alimentarios más saludables hasta infraestructuras urbanas que promuevan la actividad física. América Latina no escapa a esta tendencia: países como Chile, México, Brasil y Argentina figuran entre los más afectados. En esta edición, analizamos las causas, consecuencias y oportunidades de intervención frente a esta creciente pandemia metabólica.
Una epidemia en expansión global
La obesidad y el sobrepeso se han convertido en una amenaza sanitaria sin precedentes, con implicaciones que rebasan el ámbito individual para convertirse en una crisis de salud pública global. Según dos nuevos estudios publicados por la revista médica The Lancet, se estima que para el año 2050, el 60% de los adultos y el 31% de los niños y jóvenes en el mundo padecerán sobrepeso u obesidad. Esto representa a 3.800 millones de adultos y 746 millones de jóvenes, una cifra cinco veces mayor que la registrada en 1990.
En palabras de Emmanuela Gakidou, coautora del estudio y miembro del Instituto de Métrica y Evaluación Sanitarias (IHME) de EE.UU., “la epidemia mundial de obesidad es una tragedia profunda y un fracaso social monumental”.
Las cifras del peso y el paso del tiempo
La comparación generacional revela un patrón alarmante. En los países de ingresos altos, por ejemplo, solo el 7% de los hombres nacidos en los años 60 eran obesos a los 25 años. Para los nacidos en los 90, esa cifra subió al 16%, y para la cohorte de 2015 se proyecta que alcanzará el 25%. Esto implica que las nuevas generaciones están ganando peso más rápido y a edades más tempranas.
América Latina: foco de crecimiento preocupante
Aunque los países asiáticos concentran actualmente el mayor número de personas con sobrepeso (China con 402 millones e India con 180 millones), América Latina destaca por el ritmo acelerado de crecimiento en obesidad. Chile y Argentina, junto con México y Brasil, figuran entre los países que experimentarán los mayores aumentos de prevalencia, tanto en adultos como en niños y adolescentes.
En particular, se prevé que Chile tendrá la tasa de obesidad infantil más alta entre los países de renta alta en la franja de 5 a 14 años. México, por su parte, ya enfrenta una crisis nacional en obesidad infantil, con consecuencias inmediatas en la salud metabólica de su población joven.
Enfermedades asociadas y carga sanitaria
La obesidad no es solo una condición estética o de calidad de vida. Está directamente vinculada con un mayor riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer. En 2021, se estimó que la obesidad fue responsable de 1,6 millones de muertes prematuras por estas causas.
Además, se proyecta que uno de cada cuatro adultos obesos en 2050 tendrá más de 65 años, lo que pone aún más presión sobre los sistemas sanitarios, especialmente en regiones con escasa infraestructura geriátrica como gran parte de América Latina y el Caribe.
¿Están listos los sistemas de salud?
De acuerdo con un informe paralelo de la Federación Mundial de Obesidad, solo el 7% de los sistemas sanitarios en el mundo están preparados para enfrentar esta creciente carga de enfermedades relacionadas con el exceso de peso.
En América Latina, la fragmentación del acceso a servicios, la baja cobertura en atención primaria, la escasa inversión en prevención y los débiles sistemas de salud pública hacen que la región sea especialmente vulnerable.
Niños y jóvenes en la mira
Los investigadores dividieron a los jóvenes en dos grupos: de 5 a 14 años y de 15 a 24 años. En ambos segmentos, se espera un aumento del sobrepeso y la obesidad, con una proyección de incremento del 121% en las próximas décadas. Si bien el paso de sobrepeso a obesidad puede ser más lento en Europa, en América Latina y Medio Oriente las tasas de aumento serán más rápidas.
¿Es posible revertir esta tendencia?
A pesar del panorama sombrío, aún existen ventanas de oportunidad. “Si actuamos ahora, todavía es posible evitar una transición completa hacia una obesidad global infantil”, afirmó la doctora Jessica Kerr, del Instituto Murdoch de Investigación Infantil en Australia.
No obstante, los esfuerzos deben ir más allá de soluciones individuales. Según la Federación Mundial de Obesidad, no basta con medicamentos como los agonistas del GLP-1. Se necesita un enfoque multisectorial que incluya la regulación de alimentos ultraprocesados, impuestos a bebidas azucaradas, etiquetado frontal claro, urbanismo saludable y campañas educativas sostenidas.
Conclusión
La obesidad es hoy uno de los principales desafíos sanitarios del siglo XXI. No se trata solo de cambiar hábitos individuales, sino de transformar los entornos sociales, económicos y culturales que la promueven. Para América Latina, donde convergen desigualdad, urbanización acelerada y dietas cada vez más industrializadas, el reto es inmenso… pero urgente.