
Mario Vargas Llosa fallece a los 89 años, una voz esencial de la literatura hispanoamericana
El Nobel peruano, figura central del «Boom latinoamericano» y referente intelectual del siglo XX, murió en Lima acompañado por su familia. Su legado literario, político y académico trasciende generaciones.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010 y uno de los máximos exponentes de la narrativa en lengua española, falleció este domingo en Lima a los 89 años. Así lo confirmó su hijo, el también intelectual Álvaro Vargas Llosa, a través de un comunicado publicado en redes sociales.
«Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre ha fallecido. Su partida entristecerá a sus parientes, amigos y lectores alrededor del mundo, pero deja una obra que lo sobrevivirá», expresó su familia, al tiempo que informaron que los restos del autor serán incinerados, en cumplimiento de su voluntad. No se prevé la realización de ceremonias públicas.
Una trayectoria forjada en la palabra
Vargas Llosa fue mucho más que un novelista. Su producción literaria abarcó la narrativa, el ensayo, la crítica política y la docencia universitaria. Su irrupción en la escena literaria en la década de 1960, con obras como La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral, marcó un punto de inflexión en la literatura hispanoamericana, abriendo paso al movimiento conocido como el «Boom», junto a autores como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes.
A lo largo de seis décadas, su pluma exploró con lucidez temas como la violencia, el poder, la libertad, el autoritarismo y las tensiones de América Latina. Novelas como La fiesta del Chivo o Pantaleón y las visitadoras demostraron su capacidad para combinar profundidad narrativa, rigor histórico y análisis sociopolítico.
Intelectual comprometido
Además de su obra literaria, Vargas Llosa fue un actor relevante en el ámbito del pensamiento liberal contemporáneo. Participó activamente en el debate público a través de columnas, libros de ensayo y conferencias, posicionándose como una de las voces más influyentes del continente. Su participación en política —incluyendo su candidatura presidencial en Perú en 1990— y su crítica constante a los regímenes autoritarios dan cuenta de su compromiso con la democracia y la libertad individual.
La muerte de Mario Vargas Llosa representa la pérdida de un referente indispensable para la cultura hispanoamericana. Pero su legado, extenso y vigente, continuará iluminando a generaciones de lectores, investigadores y creadores en todo el mundo.